Altercados, disturbios callejeros, robo en los establecimientos comerciales, incendios de vehículos y edificios, desarraigo en los barrios pobres, dieciséis mil policías en la calle ,disparos en la calle y un joven muerto. Ese es el panorama ,esa es la instantánea, en el Reino Unido tras los recortes sociales que ha realizado el primer ministro británico. Y unas revueltas callejeras que van en aumento. He visto la factoría de Sony ardiendo, a ciudadanos saqueando los supermercados. Llevaban alimentos pero también electrodomésticos y todo lo que sus brazos podrían abarcar. He visto a la policía, porra en mano , arremetiendo contra los manifestantes que han decidido echarse a la calle para protestar por la política de la derecha. El hartazgo es grande , la desilusión más. Esperaban la varita mágica de los conservadores y se han encontrado con un maléfico plan Miles de funcionarios y trabajadores públicos en el paro; los ricos son más ricos a costa de los pobres; privatizaciones de la sanidad y educación; tasas universitarias más caras, soportables solo por los ricos; transporte más caro ;rechazo a lo público y dádivas para lo privado, con un aumento de impuestos que no puede soportar la clase trabajadora, entre otras medidas. Esa es la política de los conservadores, de David Cameron. El PP español, Mariano Rajoy, ha dicho que si gana las elecciones generales adoptará medidas iguales o similares a las del primer ministro británico. Esto puede ser otro campo de batalla. En la reflexión puede estar la solución.
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