Han pasado las elecciones municipales y también autonómicas en gran parte del país y ha sido después de los comicios cuando han llegado las sorpresas. Subida de tasas e impuestos allí donde gobierna el PP. Un ejemplo es el ocurrido en el Madrid pepero de nuestra querida España. Veía en televisión un reportaje como ,con nocturnidad y alevosía, los ciudadanos conocían que el precio del autobús y el metro se había incrementado un cincuenta por ciento. Costaba un euro y se ha aumentado a un euro y cincuenta céntimos. Eso ocurre en Madrid, donde un ciudadano puede coger hasta tres autobuses para desplazarse a determinadas zonas céntricas de la ciudad.Y para la vuelta otros tres.¿Cuánto dinero supone ese desplazamiento para una familia trabajadora?. Antes de las elecciones no lo hubieran hecho, no se habrían atrevido por el miedo a que los ciudadanos se decantaran por otras opciones políticas. Lo que ocurre es que los ciudadanos a pesar de conocerlos se esperaban que no volvieran a cometer tales tropelías para los bolsillos de la clase trabajadora. Y los votantes se equivocaron,lo han vuelto a hacer y lo seguirán haciendo. Así son y no cambiarán por muchas promesas que realicen, eso sí, antes de las elecciones. Luego hacen otra cosa.
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