Hace Tiempo, mucho tiempo, que los suyos dejaron de quererles. Confiaban en los contratos que les hicieron para que les devolvieran el favor. Los desagradecidos han mordido las manos que les dan de comer. Y lo seguirán haciendo. Por lo tanto el miedo a no tener esos apoyos no debe existir porque no les devolverán el favor y demostrarán sus simpatías por otras opciones .Los conseguidores adoptarán medidas. Antes les eran válidos y ya no. La actual coyuntura económica servirá, entre otras cosas ,para limpiar la era. Y una vez limpia ,sean unos u otros , volverán a contratar a los suyos. Son favores que se pagan y cuando no se cumple con ese acuerdo tácito se rompe, aunque sea de forma unilateral . Algunos-as criticarán mis palabras y otros-as no. Lo cierto es que ocurrirá y sino el tiempo lo dirá. Para que hechos de este tipo no se propaguen cabría la fijeza, solamente conseguida a través de las correspondientes pruebas. Lo cierto es que han sido muchos a los que se les han dado oportunidades, que otros-as no han tenido ,y que no han querido, no han sabido o no han podido aprovechar. Ahora andan preocupados-as por su futuro más inmediato y aunque ,con la boca chica, propalan sus inclinaciones de izquierdas critican al tiempo a sus amigos, esos que les consiguieron lo que ahora tienen.
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