Los representantes políticos del Ayuntamiento de Jaén, los de antes y los de ahora,han convertido a Jaén en una ciudad cateta. A los consabidos ninguneos, por parte del gobierno, se unen unas políticas que no le dan a esta capital el nivel que se merece. Es jueves y de nuevo toca la celebración del tradicional mercadillo. Otra vez los coches aparcados en los laterales de la carretera de circunvalación, cuando a unos metros hay aparcamientos libres y que no obstaculizan la circulación.
Pocos agentes de policía local se ven en el lugar dirigiendo el tráfico y mucho menos al responsable del área. Quizás lo que pretendan sea eso, el ahorro del trabajo de la policía local, en la entrada y salida de los aparcamientos libres. Sin embargo el atasco que se lía cuando un vehículo pretende aparcar en el lugar es monumental. Jaén es un gran pueblo. Lamentable. Ea
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