Decía ayer un reconocido economista que tenía miedo ante la situación que vive nuestro país, con una inflación en torno al diez por ciento, si no es más. Si eso lo dice alguien que sabe mirar al horizonte, tras quitar las malas hierbas que nos ponen en el camino, es para echarse a temblar. El precio de la luz disparado; el gas por las nubes;el combustible para los vehículos ni te cuento; los agricultores y transportistas de mercancías en pie de guerra y el pueblo saharaui con el entrecejo fruncido después de que nuestro gobierno le haya vuelto la cara. Andan algunos representantes de instituciones asegurándose sus empleos, una vez dejen los puestos a dedo por los que fueron nombrados. La gestión no está siendo buena y en la calle está la protesta. Otros, sin hacer nada, se frotan las manos, no necesitarán hacer campaña electoral para conseguir votos porque ya se la están haciendo los que gobiernan. Mientras llegan las elecciones, los ciudadanos seguiremos padeciendo y pagando,con el dinero de nuestro trabajo,los errores de quiénes están en las alturas. Lamentable. Ea.
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