Siento vergüenza ajena, tras la celebración del último pleno municipal del ayuntamiento de Jaén.El consistorio, la casa de todos los ciudadanos, no debería servir de campo de batalla para enfrentamientos entre vecinos y partidos políticos.Los representantes del pueblo que allí trabajan deberían utilizar esas instalaciones para solucionar los muchos problemas de la ciudad y realizar propuestas para que nuestra tierra progrese.Sin embargo se usa para expandir la mierda de unos y otros en lugar de poner encima de la mesa propuestas que nos hagan avanzar.He escuchado insultos de distinta índole,insinuaciones, chulerías y palabras disonantes de quienes deberían poner paz, en situaciones tensas ,en lugar de alentar la discordia. La dialéctica política ha descendido de las alturas hasta un nivel grotesco y barriobajero. En algunos momentos creí que iba a ser necesaria la intervención policial para el desalojo.También que alguien quería que eso sucediera, a tenor del tenso e irrisorio debate.Cuando el representante político no se interesa por los males de sus vecinos, estos acuden ,con sus penurias, a reclamar lo que les pertenece .Los desahucios, la salud, el paro y el hambre son factores que hacen mover montañas.Algunos tiemblan y mucho.
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