Recientemente hemos sabido de una nueva contaminación en el subsuelo de Andújar por un producto tóxico denominado creosota y a la que pocos le han hecho caso.La creosota es una materia cancerígena derivada del alquitrán que era usada para impregnar las traviesas de las vías del tren, con el fin de que la madera sufriera el menor deterioro posible.Está consideradoacomo la novena sustancia más toxica que existe y se ha estado trabajando ,en la ciudad iliturgitana,con ella durante decenas de años.El denunciante, un geólogo, ha querido tranquilizar a la población porque ese veneno es poco probable que entre en la cadena alimentaria. No obstante señala que ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ni la administración autónoma , han adoptado medidas tendentes para frenar esa contaminación.Primero fue el uranio y ahora la creosota, ambos en Andújar,junto al Guadalquivir.El veneno que estamos echando a nuestro gran río es importante.De nuevo un juzgado tendrá que poner orden en este medio ambiente que estamos destruyendo entre todos.Unos por acción y otros por omisión.
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