Jaén es una ciudad llena de trampas.Así lo entienden los visitantes, los turistas, que han llegado a esta tierra atraídos por la feria de San Lucas.Cuando alguien quiere atrapar a un roedor se ponen cebos parecidos.El animal muerde el queso y queda atrapado.Su vida ,salvo raras excepciones , acaba en un santiamén.Desde la capital del santo reino se ha estado invitando a ciudadanos de nuestra provincia a que se acerquen a la feria jiennense, y muchos así lo han hecho.Miles de personas han llegado al real de la feria donde se lo han pasado de maravilla. Han comido y sobretodo han bebido los mejores vinos y cervezas.Han pagado por ello un precio muy elevado.La capital les ha puesto el cebo y han picado.Muchos no volverán a repetir la experiencia.Han sido engañados y sienten que otros han metido las manos en sus bolsillos. No lo digo por el dinero que han tenido que abonar por almorzar o por beber,no.De vuelta a sus hogares, muchos en localidades cercanas a la capital , se han encontrado con los controles que ha realizado a la salida de la ciudad la policía local.Funcionarios del cuerpo convertidos en meros recaudadores municipales que no han tenido compasión.Las arcas del consistorio jiennense están vacías y las ordenes han debido ser precisas. El aumento salarial de la guardia pretoriana,unos cuatro mil euros anuales por número, tiene que salir de algún sitio y han ido a por gentes, a por conductores foráneos y también locales.Son ellos los que van a pagar el pato que se comerán los todopoderosos gobernantes .
No hay comentarios :
Publicar un comentario