Para que sirve esta atalaya en la que me encuentro si con todos los medios posibles, a mi alcance ,no defiendo al débil, al desprotegido y al injustamente arrinconado. Unos intentan poner una cadena a la puerta y una mordaza a este altavoz, pagado con dinero de los pobres y menos pobres. En su día ,en un momento de sinrazón ,adquirí una radial potente .Ha estado mucho tiempo inutilizada pero ahora sirve para cortar grilletes. He visto el papel del engaño , ese que ha servido para llevar al ostracismo a 22 personas de Jaén.Desde un oscuro rincón gritan y se preparan para la batalla. Ahora ,más que nunca, los que siempre han luchado en prevenir y aliviar el sufrimiento de los demás necesitan unas palabras de aliento y algo más. En contra de los principios aprendidos tienen que iniciar hostilidades y participar en controversias político-sindicales contra idearios empresariales anacrónicos. Están unidos ,aprendieron el deber universal de ayudarse mutuamente. Los números del engaño están ahí, se han puesto encima de la mesa del que ,cumpliendo estrictamente con la norma, ha aprobado un expediente injusto. Ha sido solo por el hecho de que la patronal y uno de los sindicatos hayan pactado echar a la calle a un buen número de empleados y a sus familias.Con un afán recaudatorio la dirección ha decidido obtener más ingresos poniendo de patitas en la calle a aquellos que con su trabajo dieron bienestar a muchos. Lo preocupante, decepcionante y difícil de explicar es que una organización sindical ,esa que se hizo famosa después de que cierto periodista la nombrara en televisión por sus cuatro letras, firme despidos de trabajadores. Algunos de los afectados ,creyentes o no , dibujan en el aire esa señal que llevaban en el pecho los templarios. Llevan el color del sufrimiento ,son de la Cruz Roja.
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