Otro mal trago de saliva. Uno puede cometer uno,dos y tres fallos pero al cuarto la culpa es de otro, del que le consiente tanta ineptitud, sobretodo si es en una administración pública. Los ciudadanos pagamos unos elevados impuestos y nos merecemos una acción de gobierno que se desarrolle por un bien general y no partidista. Los errores son muchos en el ámbito local, en una administración pública necesitada de representantes preparados para llevar a esta tierra por el camino del progreso. Hasta ahora ,no más de dos pasan con aprobado raspado el examen. No es de extrañar la situación en la que se encuentra este Jaén, pisoteado por intereses de partido y acostumbrado a que le hagan la cobra. Son muchos los que desde el sofá protestan, por ejemplo, por el estado de las aceras; el asfalto de nuestras calles; la falta de mantenimiento urbano o por la subida desorbitada del recibo de la luz. Llegado el momento deberían levantarse para pronunciarse en las urnas. En el caso contrario Jaén seguirá sometida a provincias colindantes , con el consentimiento de los mismos que vienen percibiendo salarios públicos millonarios ,desde hace años, haciendo bien poco para que esta tierra avance. Ea.
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