Vivimos un tiempo extraño.Atrás quedó el mes de marzo cuando un bichito empezó a cambiarnos las vidas. Las grandes ciudades han sido las más afectadas por el coronavirus. Están siendo muchas, demasíadas, las muertes en las urbes más pobladas.Señalan los expertos que se presenta un verano atípico.Según dicen las playas se van a ver muy afectadas y el turismo se va a decantar por la naturaleza , en su mayor parte.Es cierto que, hasta hace poco tiempo, los movimientos ciudadanos desde los pueblos a las grandes ciudades era grande buscando, sobretodo, un trabajo digno.Todo ha cambiado.Bares y restaurantes cerrados, también comercios y grandes empresas dibujan un panorama desalentador.Sin embargo aquellos que aguantaron el chaparron en sus pequeños pueblos ahora salen mejor de esta crisis sanitaria y económica.Son muchos los que ahora piensan en dejar esas ciudades a las que viajaron buscando un futuro mejor para volver a la tierra que los vió nacer, a sus pueblos.Incluso aquellos que siempre vivieron en las grandes metrópolis ahora sopesan la mudanza a lugares más tranquilos.No se vive igual en un pueblo que en una gran ciudad.La gastronomía,la naturaleza,el vecindario y el sosiego.Quizás sean motivos más que suficientes para que el cambio que ha traído el Covid 19 lleve a muchos a llenar la España vacía.
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