UNA DE LAS GRANDES TRAICIONES A ANDALUCÍA

La ciudadanía ha empezado a odiar y con entusiasmo a aquellos políticos que dicen una cosa y luego hacen lo contrario. Son los llamados mentirosos y de esos entre la clase política hay muchos. Quizás por eso haya tanta desafección a esa degradada profesión.Uno de los últimos ejemplos , de las más cercanas mentiras, es la que se ha producido primero en nuestra tierra, en Andalucía, y después en Madrid. Aquí , en el parlamento, el PP no se opone a que el río Guadalquivir sea gestionado por la comunidad autónoma y en el congreso de los diputados rechaza tal posibilidad. Es en esa cámara baja donde tienen la mayoría y por ende el poder absoluto que les permite tal chulería.No es de extrañar que desde la plataforma en defensa del Guadalquivir se prefiera la gestión del río por parte de la Junta de Andalucía cuando desde hace mucho tiempo sus miembros son ninguneados y se hace caso omiso a sus propuestas y mejoras en torno a ese cauce.El Guadalquivir baña el 97 por ciento de nuestra querida Andalucía y ese río tiene sus escrituras,ante el gran notario , el pueblo andaluz.Lo ocurrido en el congreso de los diputados tiene un nombre y es la traición a Andalucía y su estatuto.