En política hay que ser un poquito, tan solo un poquito, serio. Cuando el PP era oposición y el equipo de gobierno municipal del ayuntamiento de Jaén planteó el corte de árboles para la instalación en la capital jiennense del tranvia, llamado deseo, los concejales de la derecha se concentraron y hasta se abrazaron a los troncos de los que estaban llamados a desaparecer. Hiceron campaña y hasta llamaron a la ciudadanía para que estuviera vigilante. Se turnaban los concejales, hacían guardia para ponerse antes las máquinas ,llegada la ocasión, para que no cortaran los árboles.Criticaron a voz en grito a los gobernantes municipales por aquella decisión.Cuatro años más tarde, cambiaron las tornas. Ellos ocuparon los sillones del consistorio en mayoría. Ha sido en el mandato popular y con concejales abraza-árboles los que con nocturnidad y sin cámaras han cortado los troncos que les estorbaban,en calles céntricas.Tan solo los ecologistas los han llamado de todo.Han argumentado que esos troncos estaban podridos, huecos, por una mala poda. Lo que ocurre es que esas malas podas las hicieron en anteriores mandatos populares y que esos árboles, falsos plátanos, suelen estar huecos por dentro.Eso no quiere decir que los árboles estuvieran muertos, no. Estaban vivos y los han matado. Lo peor es que están permitiendo,por inacción, que mueran otros por los que se pagaron muchos millones y que fueron plantados junto a los railes del tranvia.
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