Cuando alguien me enseña los dientes no me agacho porque no tengo nada que temer.Al que me muestra su dentadura suelo hacerle frente porque no me gusta su proceder.No puedo confiar en quien enseña sus dientes antes de ser alguien.No puedo confiar en aquel que se ríe de aquellos a los que pide su apoyo.Es cuestión de educación.Desde muy pequeño me enseñaron que ,por ejemplo , cuando se ingiere un alimento hay que cerrar la boca para masticarlo.Lo contrario es tener muy mala educación o mala leche.En Jaén,recientemente, hemos recuperado la feria del ganado.Los tratantes han vuelto a comprar y vender caballos,mulos y burros.Cuando llega el momento de tratar con el vendedor el comprador suele abrirle la boca al animal.Quiere verle la dentadura para comprobar si se encuentra en buen estado.Es cuando ,por ejemplo, el mulo muestra la quijada.Y según la dentadura puedes o no confiar en el buen estado del animal.A alguno no hace falta abrirle la boca porque ,de antemano,nos enseña los dientes.Una dentadura que ,si le preguntáis a los tratantes,no es para confiar,por mucho que nos inste a quedarnos con él.Son animales de carga,mulos o burros.Hay un dicho en nuestra tierra que dice : " Tienes más cabeza que un burro blanco asomado a una tapia ".Se les suele atribuir a aquellos a los que la madre naturaleza les propinó un solar para llevar sombrero de grandes dimensiones o lo que es lo mismo : una gran cabeza, un cabezón.Y cuando el burro o el mulo levanta las orejas rebuzna para todos los que lo quieran escuchar.Otros huyen de él como si tuviera la peste y algunos optan ,imitando a los legionarios, a morderle la oreja para calmar su ánimo insoportable.Asomados a alguna que otra tapia de Jaén,con las orejas levantadas y enseñando los dientes, hay algún burro o mulo.No tienes nada más que pasearte por la ciudad de Jaén para comprobarlo.Poca,muy poca educación.Menudo cabezón.Los tratantes no lo quieren.
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