España es un polvorín a punto de estallar. Hemos visto,este fin de semana, como más de cien mil agricultores y ganaderos se han manifestado en Madrid para decirle al gobierno de la nación que se están arruinando con los elevados precios de la energía, el combustible y el gas, junto a la subida importante que han experimentado otros productos. Supongo que esos manifestantes no son un grupo reducido pertenecientes a un partido político. A esa protesta se suman también los transportistas cuyo trabajo a pérdidas no les da para malvivir. Me parece lamentable que el gobierno se quite las pulgas culpando a otros y que tarde tanto tiempo en ofrecer soluciones. Supongo que estará esperando a ver que hacen otros países del entorno para luego decir, como hasta ahora, que se trata de un problema comunitario y que la solución tiene que venir de Europa. Si eso fuera así, creo que sobrarían muchos representantes gubernamentales. Nuestro gobierno puede y debe actuar con los precios. También debería dejar de hacer caja ante una situación que es dramática para muchos millones de personas. En el caso contrario, cuando estalle el polvorín, muchos se tendrán que ir a sus casas. Ea
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