El despertar me devuelve a la realidad aunque hay días que no diferencio el sueño.Sobre todo cuando se disipan las nubes bajas y en el horizonte se divisa a determinado personaje , de cierta relevancia y cabezón . Esconde su timidez en las fiestas populares.Otrora fue un gigante pero ahora es alguien poco cursado en esto de las aventuras. Poco ingenio, amigo ,muy poco.El liliputiense intentó ,sin éxito, hacer grande lo diminuto, en tierras futuristas.Prometió caminar con la condición de no dañar a los súbditos blefuscos. El rey no está muy contento con los relatos que escucha.Se oyen disparos de rifles y cañones.Hay piratas y se está produciendo un bombardeo aéreo.Esto es una conspiración.Hay mercaderes en la lonja.Venden botes salvavidas.Al ermitaño le duele la cabeza.No sé con certeza lo que está ocurriendo,hay miles de panfletos en el suelo.La ciudad está en pie de guerra, es una rebelión.Altavoces, imposiciones. Cirujanos, peluqueros, corruptos y señoritos.Lo moderno y lo antiguo.¿Es un sueño o la realidad?. Prefiero seguir durmiendo.¿Cuál es la diferencia?.Al menos desde aquí podré emprender un nuevo viaje ,sin acudir a taquilla para sacar el billete.El tren está en marcha a velocidad alta.Ea.
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