La ley electoral debe ser reformada cuanto antes. La normativa electoral debe recoger también los emolumentos a percibir desde el presidente del gobierno ,hasta los de los jefes de los ejecutivos autonómicos y alcaldes-as.No debería percibir una mensualidad de dinero público más alta , por ejemplo, un alcalde de Jaén que la de Barcelona, o que la presidenta de la Junta de Andalucía. Y eso es lo que está ocurriendo en estos momentos.La argumentación política podría ser que determinado alcalde no percibe ni un solo euro de la administración local.Puede tener toda la razón del mundo pero también habría que contar que a la hora de cobrar de lo público le dieron a elegir. O cobra usted del consistorio o de la cámara alta, donde el salario es más alto. Y claro la elección fue la mejor posible, aparejada de otros beneficios económicos indirectos como transporte; telefonía móvil o aparataje informático de última tecnología.Un solo cargo y un solo salario.Así debería ser y estar contemplado en las normas.Hasta que eso ocurra y la transparencia llegue al salario del conjunto de nuestros políticos no habrá confianza en aquellos que gestionan las arcas públicas.
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