Andan algunos-as,perdedores en las recientes elecciones andaluzas, pidiendo la destitución o dimisión de sus cabezas de partido. Es curioso, he escuchado a algunos dirigentes culpar al adversario de los muchos errores que ellos han cometido. También a la ciudadanía pero el pueblo no se equivoca con su acción y mucho menos con su voto. Cuando las cosas van mal hay que asumir responsabilidades y no quitarse las pulgas de encima. El precio del combustible está más caro que en otros países; con el calor que está haciendo es un lujo poner el aire acondicionado por el alto coste del recibo; la inflación empobrece a la población; los salarios no avanzan al ritmo de la vida y si hablamos de los beneficios que reciben los ciudadanos, después de pagar muchos impuestos, apaga y vámonos. Por ejemplo, las carreteras nacionales A4 y A44 son tercermundistas.En los tramos que discurren por el término de Jaén están llenos de malos arreglos que rompen ruedas y amortiguadores. Los conductores realizan viajes zigzagueantes. Si, porque trenes contados con los dedos de una mano. En el ámbito local, es más importante arreglar el nuevo estadio de La Victoria para un equipo de tercera división, con dinero público, que por ejemplo el acerado de la ciudad o los socavones de carreteras de competencia municipal. Ahí están los votos en las urnas para el análisis. No se puede culpar de todo a la guerra de Ucrania ni a la actuación de la oposición. Ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. No hacen autocrítica. Así les va. Ea
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