JAÉN, TIERRA DE PASO

Mientras que en la ciudad de Jaén se cierran numerosos comercios, da gusto observar como en otras capitales limítrofes se abren nuevas tiendas.Y lo hacen levantando persianas a tempranas horas y vendiendo sus productos a precios asequibles.Quizás sean esas dos de las claves fundamentales para que las ventas no se vengan abajo.He podido comprobar como un buen número de vecinos jaeneros se gastaban el dinero en la vecina Granada,este pasado fin de semana.Siempre se ha dicho de la capital del Santo Reino que es  una ciudad dormitorio,tierra de paso.Muchos han intentado y hasta ahora no lo han conseguido revertir esa situación.Da miedo pasear por el centro de la capital jiennense y observar como se cierran tiendas.Lo peor es que no vuelven a abrirse con otro tipo de actividad.El comerciante prefiere desplazarse a otra capital o ,como mucho, dirigirse a efectuar sus ventas a grandes centros comerciales,al extrarradio.Jaén necesita de ideas nuevas, de un importante apoyo político e institucional,hasta ahora inexistente y de comerciantes que crean realmente en esta tierra. En el caso contrario tiende a convertirse en una ciudad fantasma, en la que solo los bares resisten, al más puro estilo del antiguo oeste.Ea.