Martes santo, de campaña electoral .Estamos conociendo a los candidatos a ocupar puestos en el Congreso de los Diputados , en el Senado y en la cámara europea,gracias a la televisión.Los multitudinarios mítines casi han desaparecido y solo se desarrollan en grandes urbes y con los primeros espadas de la política nacional.Una palabra o un gesto delata al que está enfrente del periodista.Una mirada esquiva , una respuesta aventurada o una sonrisa .Son lo que comunican.Un candidato que mira hacía abajo cuando se le pregunta no es de fiar, pudiera entender que me está dando gato por liebre.Es el contacto con el público, es el lenguaje facial que nos hace desconfiar del que no nos mira cuando nos cuenta algo. Me fío mucho más de una persona que fija su mirada frente al periodista y le habla sin tartamudear.Parlanchines hay muchos pero buenos muy pocos.Al menos, deberían prepararse. La mayoría ni eso.Ea.
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