Linares ha dejado de ser lo que era. Sin embargo merece la pena una visita a la ciudad de las minas.Otras localidades de la provincia ,incluida la capital,podrían copiar la organización que en materia de turismo, por ejemplo, tiene esa ciudad.Sus gentes son un rico patrimonio.Los comerciantes unos auténticos profesionales y los lugares de ocio y turismo están perfectamente sincronizados.Tras un paseo ,unas cervezas acompañadas por espléndidas tapas ,nos invita a repetir la visita.El recibimiento al turista es sensacional.En muchos aspectos Linares ha llevado siempre la delantera a la capital de la provincia jiennense. Tuvieron, hace muchos años , tranvía y mejores combinaciones ferroviarias. El Corte Inglés abrió sus puertas antes que en Jaén y existen superficies comerciales que no tiene la ciudad del santo reino.Siempre por detrás pero siempre los primeros. La mala suerte ha acompañado ,casi siempre , a Linares. Es una tierra a la que , de una vez por todas, nuestros representantes políticos deberían mirar con buenos ojos.Solo así el quejío de la Taranta podrá convertirse en alegría.Chapeau por Linares. Ea.
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