Dos personas han perdido la vida en la localidad de Valdepeñas de Jaén y otra ha resultado herida de bala.Todo ha ocurrido por rencillas personales.Dicen que cuando alguien saca una pistola es para usarla y eso sucedió.Nada justifica que una persona quite la vida de otra,nada.Sin embargo todos-as deberíamos saber que existen unos límites.Unos-as los tienen más altos y otros-as más bajos.Y eso el vecino no puede saberlo.Las amenazas, las agresiones y cualquier otra circunstancia no pueden servir para que el de enfrente decida coger el camino más corto.La amenaza a un ser querido por alguien ajeno a la familia puede hacer que el vaso rebose y origine la ruina a dos familias. Existen los juzgados para dirimir situaciones difíciles ,para aquellos casos en los que la conciliación no es posible.Armas, malditas armas.Causan mucho dolor cuando se usan para quitar vidas. Nada justifica esas muertes,nada. Desde hacía muchos años conocía a mi amigo Francisco Castro Marchal, el policía local que sacó sus pistolas para acabar con su problema. Estudiamos el bachiller superior y el COU juntos, pupitre con pupitre.De vez en cuando manteníamos contacto vía telefónica.Hace no muchos días tomé café con él y me manifestaba su alegría por su pronto pase a una segunda actividad,dentro del cuerpo de la policía local.Estaba contento, como casi siempre que hablábamos. Jamás hubiera pensado, por su carácter bondadoso, que Paco hubiera cometido tal hecho.Algo gordo ha debido alterar su mente.Al enterarme del tiroteo en su pueblo,incluso lo llamé por teléfono y le puse un mensaje creyendo que fue un compañero suyo el que se vio involucrado en el suceso.Paco no me cogió el teléfono ni respondió a mi mensaje y entonces empecé a sospechar lo peor. Siento mucho lo que hiciste amigo.A partir de ahora te echaré de menos pero no lo entiendo ni lo comprendo.A tu familia, un fuerte abrazo.
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