Recogió todas sus cosas del despacho.Los cajones quedaron vacíos.Lo tenía claro pero no era la primera vez y creo que no será la última.Lo dejó todo por escrito,se iba, renunciaba al cargo, dimitía.El alcalde está harto, no aguanta más.Con la maleta llena se marchó del consistorio.Se fue a la playa y tuvo tiempo durante una semana para discernir sobre lo que había hecho.También para contestar a las muchas llamadas telefónicas que recibió.Al final el oleaje del mar y las buenas palabras de amigos lo convencieron. Volvió y tuvo que colocar de nuevo todos los documentos en su sitio.Hubo quienes celebraron su marcha, los mismos que se tuvieron que tragar las palabras burdas que propalaron ante su ausencia.Los cuchillos están en alto en el ayuntamiento y estoy casi seguro de que el alcalde no repetirá en el cargo.El partido que sustenta el gobierno municipal tiene un serio problema.¿Quién le pone el cascabel al gato?,¿quién se hace cargo de una ruina generada con el paso de los años?.El barco se hunde y llega de momento de decidir : ahogarse o huir.Como siempre el político optará por lo fácil y sino al tiempo.
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