A menudo nos encontramos en esta vida con los catetos.Suelo dividirlos en dos clases.El primero es el humilde y pobre que no ha tenido oportunidades para progresar.Este tipo de personas ,con el tiempo, pueden formarse y abandonar esa posición.El segundo es el señorito cateto, ricachón y fanfarrón.A este tipo de individuos les da igual lo que piensen de ellos los demás.Se creen por encima de casi todos y demuestran lo que son con su forma de actuar.Sus apariencias son falsas y por mucho que levanten el pescuezo al caminar, ante el resto de sus conciudadanos, demuestran lo que son...unos catetos,por muy temprano que se levanten para simular el trabajo.Estos son los peores,no los aguanto.La hipocresía les acompaña allá donde van.Hasta el nudo de sus corbatas anuncian su domicilio fuera de las fronteras capitalinas.Algunos suplican cargos en organizaciones supuestamente no lucrativas con el fin de alzarse en posiciones sociales que le den prestigio.Abren la boca y miden sus cadenciosas palabras para esconder la realidad que los mata.Se les suele soltar la lengua cuando se sienten entre amistades de confianza y es cuando sale a la luz el burro que llevan dentro.A algunos los premian antes de conocerlos.Creo que no son merecedores de llevar en la chaqueta un pin sino dos.Un por cateto gilipollas y otro por si se le pierde.Ea.
No hay comentarios :
Publicar un comentario