UN DEDO AMENAZANTE

Entre representantes institucionales es conveniente guardar ciertas reglas ,sobre todo cuando se trata de un acto ceremonial o social.El trato protocolario es esencial porque en caso contrario queda al descubierto quien es quien.Levantar el dedo índice ,señalando a una persona, lo entiendo como una amenaza y una descortesía si, como digo, son representantes institucionales los que acuden a determinado acto social.Es un gesto agresivo y si lo que se quiere es entablar un relación cordial, con un fin concreto, mal va el que levanta el dedo.Ese dedo lo único que hace es provocar separación entre las partes.Al sacar el dedo a pasear mostramos lo poco moderados que somos .Algunos representantes políticos deberían aprender, aunque solo fuera un poquito, el lenguaje corporal o en su defecto contar con buenos asesores.Son precisamente los que se golpean el pecho y acuden a templos religiosos a redimir sus pecados los que suelen sacar el dedo y apuntar a sus contrincantes.Los cristianos - conservadores deberían saber que Jesucristo dijo que los defectos que criticamos en otros son del tamaño de una paja comparados con nuestros defectos que son del tamaño de una viga.La presidenta de la Junta de Andalucia ha visitado la ciudad de Jaén y he visto como se ha enfrentado a uno de esos dedos ,después de un saludo frío e institucional.Cada quien queda como lo que es.