Un representante político ante todo debería dar ejemplo de su actuación cotidiana,en la calle y también en casa.La presidenta del PP de Madrid, según hemos conocido, ha aparcado su vehículo en el carril bus de la Gran Vía madrileña.Se le ha acercado un agente para ponerle una multa y cuando todavía no había concluido el trámite de la sanción,Esperanza Aguirre, ha arrancado el turismo y se ha marchado derribando la moto del agente,según parece.Una patrulla de la policía municipal la ha perseguido y ,aunque le ha dado el alto, ella ha conducido el vehículo hasta su casa.La presidenta del PP madrileño ha sido multada por desobediencia a la autoridad.¿A la autoridad?¡¡La autoridad soy yo!!,habrá pensado.Le toca acoquinar 200 euros y si paga antes de 20 días la mitad.Esperanza ha argumentado su marcha porque creía que estaba sufriendo una retención ilegal y asegura que solo ha tirado la moto sin que haya atropellado a nadie.¿Llamará Esperanza a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, o al concejal-a responsable de área de tráfico para que le quiten la sanción?.La presidenta del PP debería ahora enseñar a la prensa el documento de pago ante la administración correspondiente.En cualquier caso ¿qué habría pasado si en lugar de ser Esperanza Aguirre hubiera sido un ciudadano desconocido?,¿estaríamos hablando de atentado a un agente de la autoridad?.No todos somos iguales ante la ley.
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