Cuando un hombre da su palabra debe cumplirla. En el caso contrario debe pedir perdón por haber mentido .Y el perdón llegará dependiendo del daño realizado a quienes en su día creyeron en su palabra. De no ser así su voz corre el riesgo de perder la veracidad y la fuerza para animar a alguien a cometer cualquier acción. Venimos escuchando ,antes de las elecciones municipales y generales, a una serie de políticos que con una palabrería ,no digna de caballeros, nos han mentido. Fueron muchos los que creyeron cuanto decían y por eso les votaron. El engaño ha sido mayúsculo y donde dije digo, digo Diego. Ahora a esos seguidores les sale la espuma por la boca, incluso sapos y culebras. Son muchos los que no volverán a votar al partido popular. Una formación política que ,con sus medidas, ha destrozado familias enteras. Se han cerrado empresas, se han despedido a trabajadores; se ha reducido la prestación por desempleo; la sanidad es para los más ricos al igual que la educación. Los pensionistas no duermen a gusto temiendo que cuando despierten Mariano Manos Tijeras haya recortado el poco tiempo de vida que les queda por disfrutar. Y lo peor está por llegar si el todavía presidente del gobierno decide arruinar aún más nuestro futuro acudiendo al rescate que le propone ,su amiga de filas, la canciller alemana. El pueblo está muy harto y creo que lo va a demostrar el próximo día 15 en Madrid, con una manifestación multitudinaria .Rajoy, como siempre,fumando un puro hará oídos sordos a los ciudadanos, esos que introdujeron el voto en las urnas y que le auparon al sillón presidencial.
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