Una sugerente conversación en la mesa de al lado,en el bar,llamó mi atención. Estaban sentados en la misma mujeres y hombres en igual número y hablaban de feminismo,aunque terminaron discutiendo de un asunto que está en candelero en nuestra cotidiana vida. Se preguntaban por la opción que preferían : " o un partido político corrupto,con el que progresa nuestra sociedad ,según decían,o un partido más cristalino, sin grandes pesos en sus alforjas, que frena , a pesar de sus bonitos e incumplidos mensajes,el avance. Fue curioso escuchar a las defensoras del feminismo como apoyaban la opción conservadora y lo hacían en una barriada jaenera que votó a la izquierda en anteriores comicios. No sé si ese será el sentir mayoritario de la población pero la mujer,tan maltratada otrora por las políticas de la derecha y la izquierda,tiene mucho más poder que el que le suponen determinados miembros de formaciones políticas apoltronados en buenos sillones de piel. Quizás sea uno de los motivos por los que aparecen nuevos partidos políticos cuya existencia y supervivencia pocos esperaban. En lugar de hablar , analizar y buscar soluciones a los problemas más cercanos se enzarzan en cuestiones que atañen a los que más tienen,entre ellos la clase política, la gran beneficiada.Nunca tienen recortes en sus salarios,algo que deberíamos tener en cuenta ante próximas elecciones.
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