Quedan 23 días para que , de nuevo, se abran las urnas.Elegiremos a nuestros representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado.Desde los pasados comicios generales ha pasado poco tiempo aunque el suficiente para conocer quién es quién, en esto de la política.Me dice un simpatizante de cierto partido que es muy triste ver como los suyos, a los que ha votado con anterioridad, arremeten contra él y no es el único ,según me cuenta.Esto viene ocurriendo en casi todas las formaciones,de izquierdas y derechas.Y eso también tendrá sus consecuencias a la hora de votar. Los desencantados optaran por opciones cercanas a su ideología pero distinta a la que eligieron antes. Son los despide-visitas los que truncan expectativas electorales de formaciones políticas que tienen aspiraciones a gobernar. En la mayoría de las ocasiones los dirigentes solo ven la puesta en escena de los bufones que le rodean.Son las bocas agradecidas que emulando a los monaguillos actúan con un fin concreto: a por el vino y a por el pan. A las espaldas del jefe trabajan de forma déspota y desprecian a aquellos que intentan acercarse demasíado al que les da de comer.Están en la sombra y cual garrapatas acuden al olor... del dinero.Suelen denominarse asesores y dan aquellos consejos que han tenido tan poco éxito .La envidia puede con ellos y ofrecen el fracaso vivido a los que han tenido mejor oportunidades.Son ellos los que echan a perder tanto trabajo realizado.Mucha culpa la tienen los jefes .Deben abrir la mirada al horizonte.Ea.
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