¡Menudo marrón!, dijo el encargado.El jefe no quería que la ciudad de Jaén tuviera un equipo de fútbol en una categoría indecente.Rechazaba que el conjunto blanco descendiera al infierno por sus deudas y lo llamó por teléfono.No había ni un solo euro público para destinar al proceso de salvación pero sí contactos.A regañadientes el otrora futbolista profesional se puso mano a la obra y le llegó la mochila cargada de billetes grandes con los que se pagaron deudas,los salarios.Se salvó el equipo con el dinero poco claro de los ladrillos.Ahora ,los del marrón, buscan la fórmula para dar legalidad a una situación compleja, a la que se unen hambrientos y falsos salvadores.La hipocresia siempre ha rodeado al equipo directivo blanco.La afición ha sido engañada.Les han tapado los ojos y los oídos, levantando la bandera del amor al fútbol . Todo es política.El objetivo era echar al presidente rojo y poner al frente de la entidad a alguien conservador. Lo han conseguido y por ahora los tres mil euristas siguen golpeando con fuerza la pelota. Alguno está temeroso y solo espera que no caiga en su tejado la pelota.Las inspecciones han comenzado. Esto puede acabar mal,muy mal.
No hay comentarios :
Publicar un comentario