Era el cambio que esperaban muchos, también los suyos.El nuevo alcalde de Jaén , en su primer día como regidor ,se ha paseado por la ciudad y se ha dirigido al tranvía para conocer, entre otras cosas su estado.Dicen las malas lenguas que ha sido una guantá bien dada al que prometió no subirse a ese medio de transporte.No sé si eso es verdad, lo cierto es que hemos visto al alcalde jaenero junto a sus adversarios políticos en actos institucionales distintos a los del consistorio y eso dice mucho del nuevo mandatario.No están los tiempos para mantener guerras absurdas con administraciones distintas,sobretodo cuando las arcas municipales están vacías. El alcalde,en su primer día, ha estado más fuera que dentro del edificio consistorial. Un alcalde debe estar en la calle , visitando barriadas y conociendo los verdaderos problemas de los ciudadanos.Cuqui, como le llaman sus amigos, ha empezado el camino con buen pie.Lo que ocurre es que al nuevo mandatario le gustaba ponerse el pantalón corto y camiseta vieja para pasear,por ejemplo , por el centro comercial o disfrutar de varias horas del día en su mansión villariega.Eso se le ha acabado, bien lo sabe él y su familia.Ahora le tocará defender otros sueños y cuando despierte conocerá la cruda realidad.
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