Es deleznable jugar con la salud de los ciudadanos y mucho más con la de las personas dependientes. Es de una gran bajeza presionar para cobrar una deuda anteponiendo,de forma directa o indirecta, las vidas de numerosas personas.Es lamentable llevar a la primera línea de la contienda política el dinero y los votos a la salud de nuestros vecinos.En situaciones como éstas conocemos la altura política y personal de nuestros gestores.Mientras cientos de enfermos se preocupan por su devenir más inmediato, el de las próximas horas, ellos se afanan en acudir a los tribunales de justicia en busca del vil metal en lugar de ofrecerse,si fuera preciso, de forma personal para asistir y atender a los necesitados.Claro que llegados a este punto y con ésta clase de políticos no me extraña nada. Ellos no tienen problemas económicos para afrontar situaciones parecidas que se les pudiera presentar.Es el matiz, la diferencia. Siempre ha habido ricos y pobres y los que tienen el dinero intentarán mantener a raya a los que heredaron el sufrimiento.No son de su clase.
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